Nací en una familia conformada por una madre poeta y una abuela costurera. Me crié en un pequeñísimo departamento, sobre una gran avenida por donde pasaban día y noche miles de luces y ruidos.

A los 16 años tomé mi primer clase de tango y  supe, al instante, que mi vida iba a estar regida por ese abrazo pasional. Soy una persona pujante,  voraz en mis sueños y a veces desordenada en como alcanzarlos. Creo en el Tango.

Enseñar a bailar es lo que más me gusta. La gente sana cuando baila. 

Como productora organicé “Tango entre Libros” para la  Feria del Libro en La Rural; veladas tangueras para los Juegos Olimpicos de la Juventud, creé una hermosa Noche de Tango para recibir a Miembros del G20 en Argentina en el Palacio Duhau Hyatt y hasta recibí en mi propia casa a los 74 miembros de la Orquesta Sinfónica de Londres para que aprendan sus primeros pasos de tango.

Viví en Europa y Latinoamérica, y allí logré comprender la dimensión cultural del tango y mi amor incondicional por Buenos Aires.

Bailar tango en Buenos Aires es una experiencia cultural, que requiere estar cómodo como cuando uno está entre amigos tomando una copa de vino. Con esa filosofía, en el año 2009 abrí las puertas de Divino Estudio del Abasto (hoy Divino Abasto). Un lugar de tango en el corazón del mítico barrio del Abasto, pensado para fusionar mis pasiones: el tango, el arte en todas sus expresiones y los placeres de la vida. 

¡Bienvenidos a maravilloso mundo del Tango!